•Se le considera figura clave en la llamada “herencia maldita” que causó un daño millonario a las arcas estatales
-El ex secretario de Finanzas de San Luis Potosí, presentó un amparo ante el Juzgado Sexto de Distrito contra una orden de aprehensión, la cual habría sido girada por su presunta responsabilidad en diversos ilícitos que representaron un daño millonario a las arcas estatales.
Con el número 226/2022, el amparo señala como autoridades responsables a la Fiscalía General del Estado, Dirección General de Métodos de Investigación, Juez de Control y Tribunal de Juicio Oral (diversos municipios) y diversas unidades de la FGE.
De acuerdo con el procedimiento, ya se realizó una audiencia incidental el pasado viernes 11 de marzo y la audiencia constitucional está prevista para el día 25 de este mismo mes; y las autoridades responsables ya presentaron los informes respectivos.
El exsecretario se suma a la lista de funcionarios carreristas que también han tramitado amparos como la extitular de Salud, tratando de evitar pisar la cárcel, como ya le sucedió al ex secretario de Seguridad Pública Estatal, acusado de los delitos de ejercicio abusivo de las funciones públicas, ejercicio ilícito de las funciones públicas, y uso ilícito de las atribuciones y facultades.
Este último ya fue vinculado a proceso y está recluido en la cárcel conocida como La Pila, ubicada en las afueras de la capital potosina.
En el caso del exsecretario de Finanzas, es un abogado con especialidad en derecho fiscal, asumió el cargo a la mitad del sexenio de Carreras López tras la renuncia de José Luis Ugalde Montes, y desde entonces se le consideró como uno de los funcionarios más cercanos al ex gobernador. La denuncia interpuesta señala que entonces, habría supuestamente maquinado una serie de operaciones ilícitas para desviar cuantiosas partidas del presupuesto, en lo que se ha dado en llamar la “herencia maldita”.
Por lo que se le considera una figura clave para fincar responsabilidades por la presunta corrupción en la que supuestamente incurrieron él mismo y varios ex secretarios, que no podían actuar sin su supervisión o anuencia.
